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En el año 2099 el mundo entero es una sociedad súpercapitalista, donde mil familias son dueñas de todo. La economía está en auge; productividad y tecnología han producido todo tipo de maravillas. Sin embargo, en esta sociedad maravillosamente rica, Andrew Drexel se pregunta por qué el 99,9% de las personas son tan pobres. Los pobres, encarcelados dentro de las confinadas Regiones de Reubicación, viven en la miseria, la violencia y el sufrimiento. Siete billones están cautivos, mientras que siete millones viven en lujo decadente. Úrsula nació dentro de uno de estos centros RR, es joven, pero entiende que el sistema es maligno. Andrew ha buscado refugio dentro de la RR huyendo de las familias ParaRicas que controlan el mundo. El peligro los une. Andrew entiende el mundo de los ricos y el de los pobres. Úrsula quiere cambios. En riesgo y ocultos, su amor electrizante crea una sinergia fortuita. Con la ayuda de una temible inteligencia artificial, intentan crear un nuevo orden mundial. Una tarea muy por encima de sus capacidades.  La inquietud de Úrsula y la perseverancia de Andrew introducen acción y amor incesante en sus vidas.
Usan su determinación e inteligencia para manejar las situaciones más terribles. |
Viñetas: Estoy en el paraíso. El mundo se está desmoronando y aquí estamos, en medio del Pacífico, disfrutando de amor y lujo ilimitado. El mundo entero debe ser así. Hay suficiente productividad, las cosas son, literalmente, hechas de carbono en el aire, los alimentos, naturales o sintéticos son fácil de producir. Todo el mundo puede tener todo lo que necesita y muchos todo lo que quieran. No hay necesidad de mantener al 99,9 por ciento de la población pobre y en la cárcel. El mundo puede ser mejor, debe ser mejor.  Observo a Andrew y a mí al entrar al Pentágono, caminando como si estuviésemos en un desfile, erguidos, seguros, una hermosa pareja sin miedo. Ahora entiendo por qué atrajimos la atención del Coronel. El silencioso clip editado nos sigue a través de los pasillos y los jardines, muestra cómo el coronel se acerca a nosotros, cómo se congracia conmigo y entramos en su oficina. Mi sonrisa mientras lo golpeó con un movimiento de Aikido perfectamente ejecutado y sin perder la sonrisa le disparo en el ojo. Cómo me abrazo a Andrew, me enderezo firmemente y abandonamos el edificio con el mismo aplomo que cuando entramos. |