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Finley está en la cima. Un hombre blanco súper rico en su mundo de supremacía blanca masculina. El constructor del Hotel del Espacio. El emprendedor exitoso que está diariamente en las noticias. Se fija en Ana María, una cantante con un cuerpazo soberbio. Ella es morena. Por lo tanto, le pide a su ayudante que la lleve a su suite. Sus problemas comienzan ahí. Miró al cuerpazo, a la morena, al ser inferior que debe cumplir con sus deseos. Tal es la rutina en el lugar y el país donde vive. Un lugar donde o tu ADN es blanco, o no eres nada. Él es de un país donde sólo los hombres blancos son ciudadanos. Un país que pertenece a Finley y sus amigos. Es estadounidense. Sin embargo, Ana María es mucho más que una cantante morena. Mucho más que su supremo cuerpazo. Ella es una belleza peligrosa. Es una trampa mortal. Pronto Finley comprende que está atrapado en las maquinaciones de Ana María, donde ser moreno es un activo y ser mujer es celestial. “Así Finley queda atrapado en un mundo
de intriga, asesinato y placer.
Donde sus valores son discutibles y dónde debe seguir la corriente o morir.”   |
 Vignettes Por la mañana nos vestimos exóticamente y caminamos hacia una terraza al aire libre, donde James, tal vez debería llamarlo por su nombre, pero no lo intento, ya está allí. Nos sentamos. Él está hablando por teléfono, y reconoce nuestra presencia bajando la cabeza. El lugar es hermoso. Kiara es una delicia e incluso el senador racista se ve guapo y agradable. Él sonríe conmigo y actúa como si yo fuera su igual. Lo cual no lo soy. Soy superior. He aprendido rápido. Estas personas morenas son eficientes y tan inteligentes como yo, o más. Y mi nuevo cuerpo es incomparable. Ninguna chica blanca puede competir. Estudio el rostro del Senador. Fue objeto de interés para Ana María porque su dossier dice que su racismo no tiene parangón, pero en su búsqueda por el poder, busca alianzas con pandillas y otros grupos latinos. Como solo los blancos varones votan, el suyo es un camino fuera de la democracia, su democracia. Es el camino de un golpe de Estado. Mi pregunta ahora es, ¿acaso conoce mi papel, el papel de Anaia en la comunidad latina? Anaia y Xi son atrevidas. Discutieron la implementación de lo que inventé para obtener una buena calificación y lo van a hacer. Luego, discuten cómo injertar un cerebro viejo en un cuerpo nuevo. No solo eso, sino que también van a poner a un psicótico loco a cargo. Lo cual, cuando lo pienso, le da mucha solidez a mi idea. Me gustaría conocer mejor a este tipo. “Dime cómo puedo follarme a tu hijo? Quiero conocerlo mejor”, le digo. Xi y Anaia me miran y luego se ríen. “Se podría decir más románticamente”, dice Xi. “Pero sí, es una buena idea. Estará como lo hubiese estado su padre, más que feliz de follarte. Eres la chica de sus sueños. Eres la chica soñada de cualquiera. Déjame arreglarlo”. 
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