“Misterios infinitos e insondables expuestos al
explorar civilizaciones extraterrestres.
Aventura sin parar instigada por el donaire y la audacia”.
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El Bloque de Amigos ha predominado, en la Tierra y en el planeta de los insectos invasores. Jade, Katelin, Marco y Jorge han triunfado, la gente de la Tierra está disfrutando de paz, prosperidad y abundancia sin explotación. Todo está bien, ¿no es así?
Debería serlo, pero la codicia, el despotismo y la intolerancia son rasgos humanos, y las sociedades secretas que quieren derrocar al Bloque están proliferando en la Tierra. Esta es una gran preocupación para el Bloque. Sin embargo, no es nada comparado con las amenazas extraterrestres desconocidas.
Los agujeros de gusano hacen que el universo sea accesible, pero es un lugar inmenso, donde civilizaciones y entidades misteriosas viven en innumerables planetas y hábitats.
Reishi y Daniel son la nueva generación del Bloque de Amigos y tienen ideas propias. ¿Sus ideas les ayudarán a lidiar con poderosas civilizaciones más antiguas que la historia, al mismo tiempo que aseguran la supervivencia de la humanidad?
Viñetas:
Nuestro vehículo rueda lentamente a lo largo de las concurridas avenidas y se detiene en el medio de un claro. En su centro está el cubo de la reina.
Ajusto filtros dentro de mi nariz, Ajani abre la puerta y salimos. Aquí estamos seguros, estas personas no son personalmente violentas, en este planeta la violencia siempre está patrocinada por una reina.
Pronto estamos dentro de un enorme recinto y mis filtros no pueden ocultar el acre olor. Sé que estamos en medio del edificio de la reina, o cubo, como los llamamos por su forma. A nuestro alrededor están los huevos, huevo tras huevo, y los trabajadores están alrededor de algunos de ellos. Escucho un sonido agudo y veo cómo sacan a un bebé de un huevo. El bebé es lindo, más amarillento que los adultos y su cabeza es enorme en proporción a su minúsculo cuerpo.
El aire vibra con el sonido ‘shrrr’ de las alas atrofiadas de docenas de machos que rodean a la reina, quienes supongo prevén tener relaciones sexuales con ella. Enciendo el traductor y escucho el ruido como una cacofonía de palabras. Hay demasiados machos hablando al mismo tiempo y la traducción es confusa.
La reina es más grande que los machos, casi tan alta como yo. Estamos frente a ella, en un círculo hecho de algún tipo de plástico, y esperamos pacientemente, como exige el protocolo.
Hay una larga espera, durante la cual la reina, postrada sobre manos y piernas, es acariciada por sus antenas y luego penetrada por tres machos en sucesión. Sus movimientos rítmicos son bastante similares a la cópula humana. Miro a Ajani sugestivamente, y nos sonreímos el uno al otro.
Por fin, la reina se para con decisión sobre sus cuatro patas, los tres machos se alinean detrás de ella y el aposento se aquieta. ‘El consejo de la colmena Rstbet está en sesión, así declara la reina Rstbet, y mis tres consejeros han mostrado su aquiescencia. ¿Qué deseas?’ escucho de mi traductor.
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La nave es rara, no del tipo de cubos extraños de las reinas, un tipo diferente de extraño. Extraño como una pesadilla. He estado aquí antes, y como siempre esto inhibe mi espíritu, ahora no estoy segura de que sea una buena idea venir aquí. Marco y Jorge comparten mi angustia, los conozco bien.
No importa, hagámoslo, “Hola, dios de Shrhf, soy Jade”, señalo a Marco y Jorge, “Y estos son mis maridos, Marco y Jorge. Nos gustaría hablar contigo. Hablamos en nombre de la gente de la Tierra” Escucho que mi traductor dice lo mismo en el idioma de las reinas. Supongo que los dioses conocen ese lenguaje.
Seguimos caminando inseguramente sobre la insignificante gravedad producida por la lenta rotación del incongruente cilindro. El piso gomoso sube y baja y a veces parece ceder. El escenario es metálico con detalles de plástico. Se ve artificial al extremo.
Repito mi mensaje varias veces mientras caminamos hacia el grupo de maquinaria que nuestros científicos creen que proporciona el impulso más rápido que la luz.
Dejamos el cilindro atrás y entramos a través de una tubería translúcida en la esfera donde se encuentra la maquinaria.
Brillante, negro y siniestro es cómo lo percibo. No tiene fin ni comienzo. Sin orden, y es por eso que nuestros científicos e ingenieros han tenido tantos problemas para estudiarlo. No hay partes aparentes, ni puertas, ni forma de mirar dentro.
Al final está el contenedor magnético de antimateria inmensamente poderoso. Sin embargo, nos han dicho que no hay rastros de magnetismo fuera de sus límites. En términos de ingeniería, las personas que construyeron esta nave son dioses.
Agarro una rosquilla gruesa para estabilizarme y una cosa palpitante está allí, frente a mí. Paro. Jorge y Marco se acercan a mí.
“Hola. ¿Eres un dios de Shrhf?” pregunto.
“No, reina Jade, lo que ves es una membrana pulsátil que estoy utilizando para proyectar el sonido”. Escucho con mi propia voz.
“Entonces, ¿quién eres y dónde estás?”
“Yo soy esta nave. Mi nombre es irrelevante; sin embargo, soy identificado por muchos nombres, uno de ellos es dios de Shrhf. Tristemente, no soy un dios”. Escucho una especie de ironía en mi voz.
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