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Ryan está absorto leyendo un informe de su director financiero cuando su avión chárter se sacude. Levanta la vista. Turbulencia, piensa y sigue leyendo. Un segundo después, el avión se mueve hacia un lado, luego hacia el otro. Se revisa el cinturón de seguridad, está abrochado. El avión está cayendo y dando tumbos. Mary está gritando. ¿Qué pasa? La luz brillante de la ventana de repente es más brillante. Kaya mira hacia afuera. Nada. Se oye un estruendo, Kaya vuelve a asomarse. Varios coches se han estrellado. Kaya baja las escaleras. Su padre está abrazando a su madre. ¿Hay algo malo? Una luz extremadamente brillante en el cielo. Accidentes inexplicables. Todo deja de funcionar. Ni sirenas, ni alarmas. ¿Qué pasó? ¿Es este el final o un nuevo comienzo? Para muchos, es el final. Para algunos, es el comienzo de una nueva vida. Sin embargo, la vida será un reto para todos. “Esta es la historia de la supervivencia de unos pocos.”
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 Vignette: Nueve días caminando a lo largo de 17. El camino ha sido desolado y nuestros temores se han calmado. Supongo que las pocas personas que quedan en esta zona sobreviven con la comida que pueden encontrar. Verduras, caza, pescado, lo que sea. Y el éxodo se ha detenido. Nuestro mapa muestra que estamos entrando en la ciudad de Sudbury, en Canadá. Nuestro mapa muestra que la 17 no pasa por la ciudad, por lo tanto, vamos a seguir por la 17. Le doy a Ryan una docena de frambuesas. Se los come de un trago. Sonrío. Hemos estado cosechando bayas para evitar los efectos secundarios de nuestra dieta carnívora. Ryan revisa su mapa. “Cruce con la 144”, dice. Estamos a tres millas de Sudbury. De repente, tres personas aparecen de la rampa frente a nosotros. Veo dos más un poco distantes. Se paran frente a nosotros. Bloqueándonos. Los otros dos se unen a ellos. “Danos toda la comida que tienes”, dice una chica. “Danos todo o te matamos”, añade un hombre. A cinco metros de distancia. Me desabrocho la pistola y la levanto. Oigo un disparo. ¡Baamm! Ryan fue más rápido. El hombre que nos amenazó está en el suelo. Los otros cuatro lo miran. Levanto mi arma y la apunto al corazón de la chica. ¡Baamm! El rebote es duro. Apunto mi arma de nuevo. ¡Baamm! Escucho otro disparo. Disparo. ¡Baamm! Un tipo está huyendo. Apunto con cuidado. Disparo. ¡Baamm! ... ¡Baamm! Oigo. Miro a Ryan. Su arma apunta rígidamente hacia el frente. La baja. |